sábado, 15 de septiembre de 2012

Los Imperdonables


 No podemos dejar de comentar la película que le da nombre a nuestro espacio y que nos inspira tantas reflexiones sobre la naturaleza humana, la vida... y los westerns.



Clint Eastwood es un maestro para retratar las tragedias de la vida y en sus trabajos ha logrado mostrar con crudeza y buen juicio artístico las fronteras éticas y morales por las que van y vienen los seres humanos como sujetos que no siempre logran sustraerse a su destino. En este caso cuenta la historia de dos cuatreros y asesinos redimidos y retirados que llevados por las circunstancias se disponen a dar un último golpe que les permita hacer más llevadera su nueva vida de campesinos, pero por supuesto la justicia tiene deudas pendientes con esta pareja de ladrones que habían pasado buena parte de su vida borrachos y violando la ley, sin embargo, ellos mimos se convierten en instrumentos de la justicia para castigar a unos vaqueros que habían lesionado a una prostituta afectando sus posibilidades de ganarse la vida al dañar su rostro.

En una historia donde los protagonistas son asesinos a sueldo, el sheriff es implacable y brutal y los vaqueros parecen merecer el castigo. Las fronteras morales pierden sus valores absolutos y la fórmula maniquea de los buenos y los malos se desconfigura dando paso a personajes tan complejos como la vida misma, todos viven al límite, en la frontera entre lo noble y lo salvaje y todos terminan pagando las deudas con su vida o con una culpa imperdonable.

Ganadora del Oscar y por sobre todo de la admiración de millones de aficionados al cine, Los Imperdonables graduó como clásicos a Clint Eastwood, Gene Hackman y Morgan Freeman que a partir de entonces, en particular Eastwood y Freeman, han seguido explorando la senda del cine reflexivo logrando grandes resultados como Million dollar Baby donde trabajaron juntos, la doble cara de Cartas desde Iwo Jima - La bandera de nuestros padres ó Gran Torino. (Próximamente reseñadas).

Al reconocer en nosotros mismos la ambigüedad moral y la diaria lucha interna contra la modorra, la mediocridad o la rabia, donde en un momento somos sublimes y al siguiente somos todo aquello que odiamos, tomamos prestado este título para nuestro blog como un recordatorio de nuestra condición fronteriza como mezcla de razas, sentimientos,  culturas y valores.

Por Canalla Clint



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