miércoles, 26 de noviembre de 2014

App (2013)



En la actualidad salir sin celular para muchas personas es sinónimo de angustia y en muchos casos, incomodidad y sentimiento de abandono. Este pequeño (bueno ya no tan pequeño) artículo tecnológico, se ha convertido en pieza fundamental para hacernos la vida más amable (no en todos los casos, claro) y que nos extirpen esta extensión de nuestro cuerpo genera estrés y hasta terror.

Las aplicaciones que se crean casi por minuto, se están encargando de manejar nuestros hábitos y gustos de manera automática, son tan inteligentes que reconocen nuestras voces, nuestro tacto y ya casi nuestros sentimientos.


Pero ¿qué pasaría si esta decidiera por si sola empezar a manejar nuestras decisiones, publicar nuestros secretos y mantenernos conectados con la red por siempre?, pues esto es de lo que trata esta película holandesa del año 2013, quizá intentando alertarnos de lo que significa depender totalmente de las máquinas y las nuevas tecnologías.

Argumento
Ana es una estudiante de Psicología enamorada de su teléfono celular por las aplicaciones que contiene, su hermano está en rehabilitación luego de un accidente en moto, a pesar de esto lleva una vida normal; se divierte con sus amigas, va de fiesta y disfruta de lo bueno de la vida tanto como puede.

Luego de una de esas fiestas y con una fuerte resaca ve que en su celular hay una nueva aplicación muy innovadora que reconoce su voz y parece ser demasiado inteligente. Al principio la utiliza y la disfruta hasta que empieza a publicar videos comprometedores conectándola con aparatos electrónicos ajenos y revelando su vida íntima, incluso llegando a provocar muertes violentas y suicidios.

Ana intentará deshacerse de la aplicación diabólica por todos los medios, poniendo en peligro su vida y las de sus seres queridos.


Crítica
El Cine está en constante cambio no solo por las ayudas técnicas que se construyen a cada momento, sino por los temas que van surgiendo en el camino de evolución del ser humano. El terror sabe hacer de estos tópicos una pesadilla convirtiendo nuestras pasiones y gustos en algo negativo e inquietante de pronto para hacernos entender que los extremos son malos.

Este filme intenta darnos a entender lo tóxico de la dependencia a la tecnología mostrando una aplicación omnipotente y omnipresente llevando a exagerar las situaciones en las que se ve inmersa la actriz principal cayendo de pronto en lo inverosímil.
Con un principio excelente para el género, pues pasa de la tranquilidad a la violencia extrema (escena del suicidio en el carro), la película se torna interesante por la pertinencia del tema que maneja.

Las tecnologías han sido utilizadas en el terror magistralmente, recordemos Poltergeist de Steven Spielberg que nos hizo desconfiar del televisor y más aún, si no tenía señal, esta vez desconfiaremos de las aplicaciones demasiado avanzadas.
A medida que pasa el tiempo la película se torna predecible porque utiliza demasiados lugares comunes, es cierto que en el género del terror es recurrente que los directores se sirvan de estos detalles pero si se cae en la exageración baja la calidad de la cinta, esto le sucede a menudo a App.

Con actuaciones apenas creíbles y personajes sosos que no convencen de su maldad, esta película empieza en un punto alto para terminar siendo un filme que no durará mucho en la mente del espectador.









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